Las semillas de sésamo negro aportan más fibras que las blancas y menos cantidad de aceite, por lo que son más agradables al paladar.
Poseen un alto porcentaje de hierro y calcio y por su riqueza en ácidos insaturados, ayudan a regular el colesterol en la sangre.
El sésamo negro al ofrecer altas dosis de hierro, es muy importante para las personas con anemia y también durante el embarazo y la lactancia.
Por su riqueza en calcio, es muy recomendable incorporar a la dieta el sésamo en semillas o como leche, en especial para aquellas personas que no toleran la leche animal. Además, gracias a la presencia de este mineral, ayudan a fortificar la masa ósea y a prevenir la osteoporosis.